Tradiciones de la región carbonífera
Día Santa Rosa de Lima (Melchor Muzquiz)
Este día se festeja cada 30 de agosto dando importancia a la primera santa del continente americano.
Es un festejo muy esperado por la comunidad. Se realiza en la plaza principal donde días antes se preparan los comerciantes con sus puestos de venta (comida, artesanías, libros, manualidades, entre otras cosas). También se hacen presentes los juegos mecánicos ocupando gran parte de las calles llamando la atención de los niños y hasta adultos.
La fiesta no tiene hora exacta de comienzo, la gente comienza a llegar según quieran, es un momento en que se ven muchas personas reunidas disfrutando de su alrededor ya sea en familia o amigos. Durante el momento se tiene musica en vivo que ambienta el lugar y se tienen también preparados una serie de juegos pirotécnicos que comienzan a partir de las 11:00 de la noche.
Es una fecha especial dentro del municipio ya que hace referencia a la parroquia de ahi “Santa Rosa de Lima”.
Feria Del Nacho (Piedras Negras, Coahuila)
Manuel Benavides, quien era originario de Chihuahua, nació un 15 de agosto de 1895. Trabajó como mesero en el restaurante Crosby, de Acuña, Coahuila. Posteriormente, en Piedras Negras trabajó en el Club Victoria, propiedad de Rodolfo de los Santos, que estaba ubicado precisamente donde se encuentra la actual garita internacional del puente internacional 1 y donde creo “Los Nachos”, peculiar platillo que en la actualidad se consume en todo el mundo.
La historia narra que durante una comida ofrecida a los oficiales norteamericanos que visitaban la frontera, en tiempos de la segunda guerra mundial, la señora Finnan, madre del ganadero Guillermo Finnan, le pidió a don Ignacio que le elaborara una “botana” y éste entró a la cocina, tomó unas tortillas fritas, las dividió en cuatro partes y las cubrió con queso amarillo, poniéndoles también unas rajas de chile jalapeño; las metió al horno para que se derritiera el queso.
A raíz del éxito de la aceptación de los nachos los incluyeron en el menú, con el nombre de “nacho especial”.
En 1960 Ignacio Anaya García inaugura su restaurante “El Nacho”, ofreciendo platillos como tampiqueñas, enchiladas, T. Bone con papas y su tan famosa invención.
. Cada año, se celebra en Piedras Negras, La feria del Nacho en conmemoración de este platillo que nació en esta frontera misma que incluye concursos de preparación éste invento, juegos y atracciones locales.
PAN DE PULQUE (SALTILLO COAHUILA)
Es uno de los grandes distintivos de la ciudad de Saltillo, que es el famoso pan de pulque, también conocido como el pan de fiesta, que entre sus ingredientes lleva pulque y anís y que se ha convertido como una de las grandes tradiciones de la ciudad sarapera. Existen pocas panaderías que trabajan el pulque o vino de tierra conocido así por nuestros antepasados los mazahuas y otomíes, quienes hacían el agua miel para su comercialización, fiestas, celebraciones religiosas, e inclusive para remedios medicinales. Coahuila tiene una gran variedad de usos del pulque, cuya producción lamentablemente se viene abajo cuando es afectada por alguna tempranera y sorpresiva helada de las que ya a sufrido la entidad, congelando gran cantidad de magueyes de donde se extrae el agua miel para procesarlo. Aunque en sí el maguey es una planta muy resistente a las altas y bajas temperaturas lo que es el aguamiel se ve afectada por los cambios climatológicos ya que cuando hace calor se hace agria porque su fermentación se acelera echándose a perder pero con el exceso de lluvia se rebaja mucho. Su demanda en la actualidad es bastante ya que las pocas panaderías dependen mucho del agua miel para elaborar el delicioso pan de pulque tan conocido como tradicional en Saltillo, pero el conseguirlo es muy difícil cuando las plantas del campo fueron afectadas por el frío, así que el lograr tener diez litros por semana es muy poco para la demanda tan grande del pan. Por los contratiempos que causan las heladas y ante la escasez de el agua miel, los productores de pan de pulque se han visto en la necesidad de crear otra variedad de panes para su venta pero la gente no los acepta totalmente ya que la tradición está muy arraigada a las costumbres del consumo entre saltillenses y foráneos que siempre recuerdan el sabor del panecito de Saltillo no queriendo imitaciones porque aquí, al menos hasta ahorita es el único lugar donde no ha podido llegar la piratería por ser toda una tradición familiar y un producto artesanal. Por lo pronto, pero sin dejar de seguir siendo toda una tradición, las pocas panaderías en Saltillo, que trabajan el agua miel están sufriendo por la falta de pulque, cada día tienen que estar viajando más lejos de nuestra comunidad para poder conseguirlo y seguir con la tradición saltillense.
Fiesta de Año Nuevo, Kikapú.
La fiesta más importante para los Kikapú es la de Año Nuevo, que se celebra en los primeros días del mes de febrero, al percibirse los primeros relámpagos y truenos, y dura una semana. Es, principalmente, una fiesta de renovación. Se enciende fuego nuevo, se reparan las casas, se estrenan vestidos, se levanta el luto de las personas que han perdido recientemente algún familiar y al terminar la celebración, se inician los juegos rituales como el lacrosse, similar al “palillo” de los tarahumaras y al jockey de los ingleses.
Durante la celebración se llevan a cabo diversas danzas en las que participan hombres y mujeres, las cuales son acompañadas por cantos y un tambor parcialmente lleno de agua. Además de la danza especial de Año Nuevo se realizan algunas otras como la del Coyote, la del Búfalo y danzas guerreras, que tienen lugar en otras fiestas.
Presa Venustiano Carranza
Benito Juárez. Este municipio se fundó en 1886 en la hacienda del Álamo que perteneciera a la familia Sánchez Navarro. Juárez nos ofrece atractivas opciones turísticas, desde una muestra de su historia y riqueza natural en la Casa de la Cultura: pasando por su folclor, sus fiestas y su gastronomía en la que destacan el caldo y el filete de pescado hasta su principal fuente económica, la presa Venustiano Carranza o de Don Martín, en la cual se realizan deportes acuáticas o torneos de pesca.
Cabalgata de Sabinas
Historia y tradición se unen cuando año tras año cientos de jinetes a caballo y en carretas cruzan el desierto coahuilense recordando la hazaña de sus antepasados por colonizar mejores tierras donde vivir.
El golpeteo de las espuelas resuena en la oscuridad de la madrugada. Los caballos, nerviosos, son aparejados con lo necesario y los cascos comienzan a escucharse cada vez con más ritmo. La luz matutina apenas se vislumbra cuando una larga fila de jinetes comienza a cabalgar. Nos encontramos en el pueblo de Santo Domingo, Coahuila, al inicio de la cabalgata que conmemora la fundación de la ciudad de Sabinas.
LOS INICIOS
La historia comienza el 30 de octubre de 1878, cuando el coronel Crescencio Farías, fungiendo como gestor solicita al gobierno del estado de Coahuila “nueve sitios de ganado mayor y aprovechamientos del río Sabinas”, lo cual se autoriza el 26 de diciembre del mismo año. Pero sería en 1883 cuando los primeros colonizadores, con carretas y caballos, saldrían del municipio de Ramos Arizpe para llegar a la ri-bera del río el 29 de junio y con ello fundar la que más adelante sería la ciudad de Sabinas. En 1992 ocho sabinenses decidieron cabalgar la ruta de aquellos colonizadores, para lo cual ocuparon siete días en un recorrido de alrededor de 320 km por el desierto; ahora, ya convertido en tradición, el trayecto se lleva a cabo anualmente con la participación de cientos de jinetes de varias comunidades.
EL RECORRIDO
DIA 1. SANTO DOMINGO PAREDÓN
Iniciamos antes del amanecer en la comunidad de Santo Domingo, en el municipio de Ramos Arizpe. El semidesierto alcanza los 35ºC a la sombra después del mediodía, lo que aumenta el desgaste de jinetes y caballos. Justo en ese momento se llega a Paredón, donde aún se recuerda a Pancho Villa, quien en 1914, por órdenes de Carranza, toma esta posición federal antes de lanzarse sobre Zacatecas.
DÍA 2. PAREDÓN-ESPINAZO
A la mañana siguiente, muy temprano, los relinchos de las bestias se escuchan en todo el pueblo indicando la proximidad de la salida. Jacinto Rodríguez y Régulo Zapata, dos de los fundadores, dan la señal de partida. Con el sol asomándose en el desértico horizonte y con la constante compañía del ferrocarril cruzando el paisaje, la caravana avanza por cañadas que recuerdan historias del viejo oeste y nos hacen meditar sobre las verdaderas proezas de cruzar estos inmensos territorios en busca de mejores tierras donde establecerse. En el trayecto cruzamos el pueblo de Anhelo, casi despoblado, donde el cura don Miguel Hidalgo y Costilla ofreció su última misa.
El desierto muestra una gran variedad de flora y fauna; verdaderos bosques de palmas, huizaches y cactáceas cubren grandes extensiones habitadas por un gran número de especies como conejo, liebre, serpiente de cascabel, coyote, armadillo, puma y muchas más. Sin darnos cuenta salimos de Coahuila y nos adentramos en Nuevo León. El siguiente punto para pernoctar sería la población de Espinazo, donde la gran devoción por el Niño Fidencio se percibe en el ambiente; imágenes y fotografías que adornan las ventanas de las casas y reuniones de “cajitas” –per- sonas en quienes se manifiesta el espíritu del Niño– con los feligreses. Sin embargo, las polvorientas calles se mostraban completamente vacías a nuestra llegada, con excepción de la tendera de la miscelánea y algún hombre que desde su porche observaba el paso de los cabalgantes. En el campamento el descanso es bien merecido para jinetes y monturas, que aprovechan los pozos de agua para refrescarse.
DÍA 3. ESPINAZO-EL MARQUÉS
Son las 5:30 de la mañana y una trompeta interrumpe el sueño; se trata de Chito Palacios despertando al campamento para alistarnos a salir. En absoluta oscuridad los primeros jinetes retoman el camino seguidos por la carreta La Pionera. A mitad de la mañana, cuando comienza el insoportable el calor, llegamos a Baján, pueblo casi inhabitado que guarda en su memoria el arresto del padre Hidalgo cuando huía hacia el norte. Aquí aún se usan las carretas tiradas por mulas y caballos como medio de transporte. Según me contó Jacobo, jinete aficionado a la historia norteña, es posible encontrar antiguos sables y armas de fuego a mitad del desierto, como mudos testigos de las luchas que a lo largo de los siglos se han librado en estas yermas tierras. En la presente etapa del trayecto algunos caballos y jinetes desisten de continuar debido a la distancia, que rebasa los 70 km, y al intenso calor que en la zona llega a los 40°C a la sombra. Durante todos estos días la cabalgata ha tenido como compañera la vía del ferrocarril, pero a lo lejos ya se observa la carretera No. 57, que de ahora en adelante seguiremos. Hemos llegado a El Marqués, donde la gente de apoyo ya ha instalado los campamentos; Juanito y El Mazo, cocineros de la cantina de Chito, han preparado chivo al ataúd y freído las vísceras para comerlas en tacos con salsa roja. Por supuesto, nadie se negó a tan rehabilitadora comida.
DÍA 4. EL MARQUÉS-MONCLOVA
Hoy nos levantamos tarde. De aquí en adelante se andará por el acotamiento de la carretera, que no obstante más cansado para los caballos, es más relajado, pues se lleva un ritmo más parejo; por primera vez en el viaje la cabalgata se compacta en una larga fila en la cual se logra contar 192 jinetes. Se cruza el pueblo de Castaños y el paso de los cabalgantes se convierte en un suceso, más tarde se llega a la ciudad de Monclova, donde la campirana silueta de los jinetes contrasta con la urbana figura de la gigantesca compañía fundidora que se extiende por gran parte de la ciudad. El descanso será hoy en el rancho Las Estancias.
DÍA 5. MONCLOVA-HERMANAS
Una vez más las horas de sueño se alargan. Salimos ya con la luz del sol y el camino a la orilla de la carretera se vuelve monótono, a no ser por la gente que se acerca a saludar y desear suerte en su viaje. Cumplidas siete horas llegamos a Hermanas, una estación ferroviaria abandonada donde el ex ferrocarrilero don Antonio aún vive con su familia añorando los tiempos idos y viviendo de su jubilación.
DÍA 6. HERMANAS-PIRINEOS
El sentimiento de cercanía al destino final está presente. Grupos de jinetes de poblaciones cercanas se congregan para ver pasar a los cabalgantes y no falta quien se una por unos instantes para sentirse parte de ella. El trayecto es más corto cada vez, pues se recorren alrededor de 30 km. La tarde nos encuentra en Pirineos, donde el campamento nos espera.
DÍA 7. PIRINEOS-SABINAS
Unos cuantos kilómetros más por recorrer. Los jinetes hoy usan una camisa azul que los distingue. Se unen a la fila algunos actores contratados para dar mayor lucimiento a la celebración y entre aplausos se hace la entrada a la ciudad de Sabinas. La ribera del río donde se encuentran los sabinos que dan nombre a la ciudad es el marco en el que se realiza la misa de acción de gracias y el último campamento de los cabalgantes. Al caer la tarde, una muchacha que luce un listón con la palabra Sabinas posa su mirada sobre el río. Se trata de Sabina, así bautizada para dejar claro el amor que los naturales sienten por su tierra.
SI USTED VA A SABINAS
Desde Saltillo, la capital del estado, tome la carretera No. 57 a Piedras Negras. En tres horas y media llegará a la ciudad de Sabinas, donde encontrará todos los servicios.
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